miércoles, 6 de julio de 2011

Corazón roto, pero no muerto


El amor no es la cosa de entender sobre todo si eres una inexperta.
Juegas a ser la princesa de los cuentos de hadas que espera a su príncipe azul.
A veces piensas que ese chico que crees que es tu príncipe azul te quiere, otras veces no sabes si merece la pena esperar o no. Pero al final siempre esperas que se declare aunque estés segura de que ese día no llegará.
Pasan los segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años... Y así toda tu vida y sigues esperando. Sólo tienes ojos para esa persona a la que ves especial.
De pronto, un año en lo que tu ya tienes uso de razón tus padres te informan de que a lo mejor os mudáis a la otra punta del planeta durante como mínimo seis años.
Se lo cuentas a tus mejores amigas y se desmoronan y no quieren que te vayas. Tú al principio dices que no te gustaría y te entran las bullas por decirle a el que crees el amor de tu vida y por el que te preocupas tus sentimientos.
Te inventas la típica escusa moderna del ordenador y consigues que te preste un pen drive.
Le metes una declaración con tus sentimientos que ya tenías escrita y de la que pensabas que nunca llegaría a sus manos y se la metes dentro. Se lo devuelves y estás todo el rato pensando en si lo habrá leído.
De pronto empiezas una semana en la que todo te sale mal.
El lunes cateas mates y todo el mundo no tiene otra cosa que hacer que señalarte con el dedo, abrir mucho la boca y decirte la típica frase de: “Pero tú con lo lista que eres”.
Ese día no lo ves a él y todo te parece de color gris. Y por la tarde la cosa tampoco mejora mucho. Tu profesora de canto se enfada con toda la clase y os pone a estudiar la partitura que tú ya te sabías de pequeña pero que le han cambiado un poco la letra. Te llevas deberes para hacer y adelantar en esa media hora que tienes entre dos clases y se te olvida la agenda por lo que estás media hora allí haciendo el gilipollas, para que engañarnos.
Entras en la clase de lenguaje musical y allí ninguna novedad. Te preguntan y te sale todo perfectamente teniendo en cuenta que el nivel es más bajo del esperado.
Cuando llegas a casa todavía sigues optimista y piensas que el martes te irá mejor.
Llega el martes. El día lo vas pasando pasablemente pero estás nerviosa porque esa misma tarde tienes un concierto de piano muy importante para ti.
Tienes alemán de 4 a 6 y decides no ir para poder estudiar para el examen de Sociales que tienes el jueves y repasarte lo del concierto.Las obras te salen bien y los deberes están hechos.
Llegas al teatro, miras el papelito informativo y te falta una obra de las que traías y vas a hablar con el director del conservatorio y te dice que si te la sabes de memoria que la toques.
No te da tiempo a probar el piano y tus compañeros te dicen que está bastante duro. Te empiezas a poner nerviosa e intentas tranquilizarte. Salen tus compañeros y te llega el turno a ti. Confías en ti misma y no te llevas las partituras. Saludas al público, te sientas en la banqueta y llega la hora de enfrentarse al piano de cola que lleva más año en el teatro que tú poblando la tierra. Te piensas como empieza la obra. Pones las manos sobre el teclado empiezas a tocar… ¡TE EQUIVOCAS NADA MÁS EMPEZAR¡! Te entra un pánico que hace que te tiemblen las manos. La mano izquierda sigue como si nada, la derecha no puede continuar… Te quedas en blanco y decides volver a empezar a sabiendas de que tienes la probabilidad de volverte a equivocar pero sigues confiando en poder sacar la obra. No  te lo piensas y te lanzas a la piscina que resulta  que está vacía y te la pegas.
Te has quedado totalmente en blanco, la gente mirando y la cámara grabando. Decides tirar de la otra obra que te sale entera. Bien o mal ya no te importa. Te bajas del escenario, nerviosa recoges la partituras ante la cara de una asombrada compañera, se las  pasas a tu madre y sales del teatro.
Sabes que los has decepcionado a todos. Te sientes impotente ante una verdad. Y en ese momento empieza a chispear. Piensas que solo falta que te caiga un rayo y te parta en tres. Tu madre dentro del teatro buscándote y tú fuera maldiciéndote. Decides entrar a buscarla y os vais.
El camino en el coche lo recuerdas borroso. Sólo sabes que tu madre te decía que no pasaba nada y tú solo pensabas en que, LA HABÍAS CAGADO HASTA EL FONDO. O eso creías tú.
Una vez en casa te conectas al msn y está el chico que te gusta. Te pones a hablar con él y parece ser que le resbala un poco lo que a ti te pasa. Intentas no darle mucha importancia e intentas poder recuperar el pen drive porque te arrepientes de haberle metido la declaración.
Cómo todos saben no se te da bien mentir, empezando porque no sabes, y acaba leyéndolo. También le comentas lo de Australia y dice que así puedes salir bilingüe. Ya empiezas a darte cuenta de lo poco que le interesas. Hablando y hablando te dice que él no quiere ahora nada con nadie y tú le corroboras diciendo que a ti tampoco.
Después para rematarte el día dice que cuando le pediste el pen que se esperaba algo así y te compara con dos pijas de tu clase en grado de madurez, de haberlas visto en el Pub del padre de una de ellas. Le contradices con eso de que no te compare pero te sigue comparando y después la toma con una amiga tuya y contigo y os dice que haber si maduráis que tenéis muchos pajaritos en la cabeza y que no sabéis lo que es la vida. Te quedas como si te hubieran pegado una paliza y el corazón se hace más grande porque se te llena de angustia y dolor. Mientras tú hablabas con el chico le has ido copiando la conversación a tu amiga, ya nombrada anteriormente por él, que se queda más o menos igual que tú.Ya sabes que esa semana no te puede ir peor. Te despides del chico y al rato de tu amiga.
Entra tu madre en tu habitación y le preguntas si eres madura. Ella te responde que a qué viene esa pregunta y tú no tienes la suficiente valentía y le dices que es una tontería y la cosa se queda así.
Esa noche no duermes. Te atormenta el pensamiento de saber que no te quiere, que has perdido mucho tiempo de tu vida en él para luego nada. No querías hacerte ilusiones pero no podías evitar soñar ya que eres una soñadora, es tu carácter.
A la mañana siguiente tu madre te dice que eres muy madura por saber llevar tantas cosas como llevas.
Tus amigas están totalmente de acuerdo contigo y concluyen que el inmaduro es él. Cada vez que lo ven te avisan y se juntan más a ti y tu a ellas para sentirte más protegida y saber que no estás solas.
El miércoles llega y se llega tu mejor amiga que vive en frente. Le cuentas la situación y le falta tiempo para ir a cantarle las cuarenta a tu vecino que curiosamente es el que te… ¿gusta?, ¿gustaba? No sabes que pensar.
El jueves llega y te toca examen de Sociales y de Alemán. Estás más nerviosa por el de Alemán que por el de Sociales. Este último lo haces y te sobra incluso tiempo para repasar. Una hora después estás haciendo el de Alemán. El de comprensión lectora y auditiva bastante bien, el de escrita… Mejor no hablar mucho la verdad. La redacción no muy bien. Pero a lo hecho pecho como dice tu vecina.
Después te vas a la natación y casi terminando te duele la tripa mucho y te tienes que salir del agua. Una vez en los vestuarios te das cuenta de que olvidaste tus gafas de bucear y vuelves a entrar a buscarlas y pegas más de un resbalón. Le cuentas lo ocurrido a tu amiga de la piscina y ella te dice que el niño es un capullo y que no merece nada tuyo.
Llegas a casa y haces los deberes de física y química pero tu estado de animo no es el mejor. Hablas con tu amiga por el msn sobre él otra vez, y ella te dice que se arrepentirá de haberte rechazado. Cada vez te convences más de que no te importa.
Al día siguiente, viernes por fin, se lo dices a tus amigas pero una de ellas te dice que todavía no lo as olvidado. No la crees.
En la clase de gimnasia tocan a la puerta y son los de bachillerato que están repartiendo rosas de San Valentín y entre ellos está él. Te juntas más con tus amigas. El corazón se te encoge y la poca felicidad que te quedaba se esfuma. Piensas que no lo volverás a ver ese día pero te equivocas.
Llaman a la puerta en la clase de fisica y química y el primero en entrar es él, que hace una gilipollez con tu profesor, y entran todos los demás y se ponen a cantar.
Entonces descubres que tu amiga llevaba razón, sabes que no te importa y el corazón está dolido y cada vez que lo ves un alfiler se te clava dentro.
Se van y el de profesor te pone un negativo por no haber puesto un 2 formulando y a todos los demás un positivo aunque se equivocaran. Eso te pone el ánimo bajo tierra.
Le recuerdas a tu padre nada más salir del instituto que os tenéis que ir a la panadería y va él y se salta la salida. Y después se equivoca y tenéis que dar una vuelta más larga. Y resulta que al llegar la panadería está cerrada y os dan por saco a los dos.
Comes rápidamente porque a las 4 tienes clase en el conservatorio. Tu padre te deja en la entrada de la calle y nada más empezar a andar te encuentras con una compañera que te informa de que la profesora está mala. Sabes de antemano que no alcanzarás a tu padre. Y llamas a tu madre que te dice que llames a tu padre que ella no tiene coche, pero tú le has oído decir que tiene el móvil apagado y que los tiene en su trabajo. Intentas llamarlo a los dos móviles que tiene pero nada de nada, están apagados. Te encuentras en la otra punta de tu ciudad. Comienza a llover y sola empiezas a caminar rumbo a tu casa. Te recorres toda la ciudad ya que vives en la otra punta. Tienes muchas ganas de llorar. Estás totalmente sola, con un paraguas negro y oxidado, el cielo gris y agua cayendo alrededor tuya. Quieres morirte allí en medio y no tener que sufrir más.
Después de media hora llegas a casa.
Subes a tu cuarto, no aguantas más y lloras. Pero te contienes un poco porque al morir tu abuela llorastes poco pero con dolor y te prometistes no llorar por tonterías. Te conectas al msn mientras lloras buscando el apoyo de tu amiga que efectivamente está allí y dice que se va a plantar en tu casa.
Cosa que hace después.
Las cosas entonces mejoran.
Y, ahora un sábado día 13 de Febrero, un día antes de san Valentín estoy aquí escribiendo esto. A las 20:24 de la tarde- noche.
Mi corazón sigue herido pero intento ser fuerte. Ahora tengo los ojos abiertos y estaré abierta a más cosas. No soy esa chica que jugaba a ser princesa. Soy la princesa de mi propio cuento pero que sabe lo que tiene que hacer.
Y que sabe que cuenta con el apoyo de unas amigas que intentan estar ahí siempre.
Sé que cuando lo vea el corazón se me encogerá de dolor. Ahora si que tengo ganas de mudarme y poder hacer borrón y cuenta nueva. Pero eso no depende de mí, todo ocurrirá como debe de ocurrir. Y voy a intentar ser capaz de quitarme a ese chico de la cabeza para que pueda mirar al pasado y no sentirme como me he sentido durante este año. No puedo estar siempre anclada en el pasado porque entonces si que no disfrutaré del presente.

Zapatos incómodos

Hola, sé que hace mucho que no escribo, pero era necesario un tiempo para poder poner un poco en orden mi vida. Esta entrada es bastante p...