Hay historias felices, tristes, alegres, divertidas, oscuras, únicas, amorosas, familiares... Pero historias al fin y al cabo. Cometemos errores con los que aprendemos y maduramos poco a poco.Hace poco escuché una frase muy cierta: Los errores duelen, pero es la única manera de comprender quienes somos.
Por eso debemos mirar de vez en cuando al pasado. No para revivir todo lo que nos ha sucedido, sino simplemente para no olvidar nunca los fallos que cometimos y así evitar volver a cometerlos.
Nadie es perfecto y la primera en decirlo soy yo misma. Nos equivocamos y a veces nos sentimos perdidos y sin ver solución a nuestros problemas. A esta edad todavía estamos cambiando mucho y ante cualquier dificultad pensamos que es un problema muy grande y huimos de él. Es normal, pero debemos avanzar y madurar; aprender a afrontar los problemas de frente y a no rendirnos nunca. Seguir soñando como lo hacíamos antes, vivir cada día como si fuera el último.y nunca dejar que personas que no nos aprecian critiquen nuestra vida sin conocer nuestras razones ni nuestra situación. Todo esto lo he ido aprendiendo poco a poco. Y otra cosa que descubrí y que siempre había tenido junto a mí. Sí, es lo que estáis pensando, son los amigos. Sé que lo digo y lo repito muchísimo. Pero ¿sabéis una cosa? Cada persona tiene siempre a alguien que la cuida y que sería capaz de cruzar toda la ciudad solo por ayudar a su mejor amigo. Yo tengo la suerte de poder contar con más de una persona que me quiere por como soy, aunque a veces les entraran ganas de darme en la cabeza con algo para que espabilara y se me quitara la tontería. Por eso, a todas esas personas que se sientan perdidas y crean que su vida no tiene sentido decirles que se equivocan. Que la vida nunca ha sido fácil, pero que pase lo que pase sigan adelante. Y si por un casual sus amigos no son como ellos esperaran, que no piensen que no valen nada; porque valen muchísimo. Quizás simplemente no eran como uno pensaba, pero siempre se conoce a gente nueva :)
Y para terminar, os dejo una última frase que me encantó: Pedir una disculpa, no significa que la otra persona tenga la razón, significa que valoras más una relación que a tu ego.