Hace algunos días llevo dándole vueltas a la cabeza. Tengo unas ganas horrorosas de escribir pero a la hora de la verdad las palabras se colapsan y la fluidez con la que suelen salir desaparece. Supongo que son muchos factores los que llevan a eso, pero creo que no soy la única a la que le pasa que a veces las palabras no son suficientes para expresar lo que uno siente.
A veces me pregunto como sería mi vida si por un casual hubiera tomado otras decisiones, si de haber sabido ciertas cosas habría elegido otra manera de actuar... Pero ese tipo de cosas una no las sabe de antemano así que vivimos un poco a la aventura y cada suceso es una experiencia que nos hace crecer como personas.
La vida es un continuo sube y baja. Hay veces que uno se encuentra en la cima y otras en las que se está a punto de perder la esperanza; algo que he aprendido con todo esto es que no todo lo que parece eterno lo es y que las mejores cosas ocurren por casualidad, cuando menos te lo esperas. Las mejores personas son aquellas que conoces en el metro, en una fiesta o sencillamente es la persona que está sentada a tu lado en clase y con la que empiezas a entablar conversación con un simple "hola". No podemos esperar que todo sea fácil y cuando nosotros queramos, porque seamos realistas: eso nunca ha sido, es y será así.
A pesar de todo, yo sigo pensando que todo pasa por alguna razón y si una puerta se cierra es porque otra se abre. Tenemos que ser conscientes de que nunca vamos a estar solos en el mundo, y si lo estás es porque hay algo que falla.
Mi círculo de amigos y de familia me dicen que soy muy afortunada porque cuento con mucha gente que me apoya y es verdad, sin ellos yo no sería lo que soy ahora y les debo mil y una cosas a cada uno de ellos. Tanto a los que han venido para quedarse, a los que han sido paso de un corto periodo de tiempo o a aquellos que solo han estado durante alguna etapa de mi vida. ¿De todo se aprende sabéis? Errores, victorias, experiencias, viajes... Nunca hay que perder la ilusión por vivir ya que es lo más bonito que nos han podido dar a cada uno de nosotros y es algo que una vez que empieza no se puede detener. Quizás no sea la mejor persona del mundo, ni la más simpática o incluso soy la chica que siempre te sonríe cuando te ve en el metro simplemente porque todos nos merecemos una sonrisa para empezar el día con positividad. Tengo mil defectos pero por cada uno hay una virtud y quizás, solo quizás, en una balanza compense.
Poseo mil opciones en la vida, pero yo he escogido quedarme con aquella que me hace más feliz y que me permite seguir adelante. A pesar de los bajones, los llantos y decidir que a veces es mejor dejar que la vida continúe sin hacer nada viendo todos los días grises y monótonos me siento afortunada. No tengo nada que cualquier persona no pueda tener. Tengo a personas que me quieren y de las cuales no soy el centro del mundo; pero no hace falta ser el centro de alguien para ser importante.
Las personas me preguntan "¿Cómo es que te llevas bien con todos?". Simplemente intento dar lo que me gustaría que me dieran a mi. No hay personas ni buenas ni malas, y eso es algo que he aprendido este año; las personas no "son", simplemente actúan como están acostumbradas y como han hecho toda la vida. Eso no es un condicionante para pensar que ya no se puede mejorar uno a si mismo dia tras dia, es más, siempre habrá algo que se pueda mejorar. Probablemente no todos los cambios sean para mejor, también los hay en el otro sentido. Nunca es tarde para darnos cuenta de nuestros errores y rectificar. Si esa persona de verdad quiere cambiar, tened por seguro que lo conseguirá. Si se desea algo con muchísima fuerza se tendrá tarde o temprano y si no llega es porque hay algo mil veces mejor ahí fuera esperandote.
Un día de lluvia por ejemplo no es feo. Es agua que cae del cielo y que deberiamos de dejar que se llevara todo el dolor que tengamos en el interior. Dejemos que la lluvia se lleve todo el dolor de ayer.
Si hay algo que no te gusta... ¡busca la forma de cambiar tu forma de verlo! Si tu cambias tu entorno cambiará también contigo.
Puede que se avecine una época de cambios y aunque nos da miedo lo desconocido, si nunca lo intentas nunca lo conseguirás. No es malo, es simplemente... Diferente.
A veces me pregunto como sería mi vida si por un casual hubiera tomado otras decisiones, si de haber sabido ciertas cosas habría elegido otra manera de actuar... Pero ese tipo de cosas una no las sabe de antemano así que vivimos un poco a la aventura y cada suceso es una experiencia que nos hace crecer como personas.
La vida es un continuo sube y baja. Hay veces que uno se encuentra en la cima y otras en las que se está a punto de perder la esperanza; algo que he aprendido con todo esto es que no todo lo que parece eterno lo es y que las mejores cosas ocurren por casualidad, cuando menos te lo esperas. Las mejores personas son aquellas que conoces en el metro, en una fiesta o sencillamente es la persona que está sentada a tu lado en clase y con la que empiezas a entablar conversación con un simple "hola". No podemos esperar que todo sea fácil y cuando nosotros queramos, porque seamos realistas: eso nunca ha sido, es y será así.
A pesar de todo, yo sigo pensando que todo pasa por alguna razón y si una puerta se cierra es porque otra se abre. Tenemos que ser conscientes de que nunca vamos a estar solos en el mundo, y si lo estás es porque hay algo que falla.
Mi círculo de amigos y de familia me dicen que soy muy afortunada porque cuento con mucha gente que me apoya y es verdad, sin ellos yo no sería lo que soy ahora y les debo mil y una cosas a cada uno de ellos. Tanto a los que han venido para quedarse, a los que han sido paso de un corto periodo de tiempo o a aquellos que solo han estado durante alguna etapa de mi vida. ¿De todo se aprende sabéis? Errores, victorias, experiencias, viajes... Nunca hay que perder la ilusión por vivir ya que es lo más bonito que nos han podido dar a cada uno de nosotros y es algo que una vez que empieza no se puede detener. Quizás no sea la mejor persona del mundo, ni la más simpática o incluso soy la chica que siempre te sonríe cuando te ve en el metro simplemente porque todos nos merecemos una sonrisa para empezar el día con positividad. Tengo mil defectos pero por cada uno hay una virtud y quizás, solo quizás, en una balanza compense.
Poseo mil opciones en la vida, pero yo he escogido quedarme con aquella que me hace más feliz y que me permite seguir adelante. A pesar de los bajones, los llantos y decidir que a veces es mejor dejar que la vida continúe sin hacer nada viendo todos los días grises y monótonos me siento afortunada. No tengo nada que cualquier persona no pueda tener. Tengo a personas que me quieren y de las cuales no soy el centro del mundo; pero no hace falta ser el centro de alguien para ser importante.
Las personas me preguntan "¿Cómo es que te llevas bien con todos?". Simplemente intento dar lo que me gustaría que me dieran a mi. No hay personas ni buenas ni malas, y eso es algo que he aprendido este año; las personas no "son", simplemente actúan como están acostumbradas y como han hecho toda la vida. Eso no es un condicionante para pensar que ya no se puede mejorar uno a si mismo dia tras dia, es más, siempre habrá algo que se pueda mejorar. Probablemente no todos los cambios sean para mejor, también los hay en el otro sentido. Nunca es tarde para darnos cuenta de nuestros errores y rectificar. Si esa persona de verdad quiere cambiar, tened por seguro que lo conseguirá. Si se desea algo con muchísima fuerza se tendrá tarde o temprano y si no llega es porque hay algo mil veces mejor ahí fuera esperandote.
Un día de lluvia por ejemplo no es feo. Es agua que cae del cielo y que deberiamos de dejar que se llevara todo el dolor que tengamos en el interior. Dejemos que la lluvia se lleve todo el dolor de ayer.
Si hay algo que no te gusta... ¡busca la forma de cambiar tu forma de verlo! Si tu cambias tu entorno cambiará también contigo.
Puede que se avecine una época de cambios y aunque nos da miedo lo desconocido, si nunca lo intentas nunca lo conseguirás. No es malo, es simplemente... Diferente.