lunes, 14 de marzo de 2016

Luchadora

o perdemos, sencillamente perdemos el valor del tiempo y de lo que es realmente importante.

Yo me sentía perdida hasta hace apenas nada… tampoco es que ahora ande muy encaminada pero creo que dentro de esa niebla empiezo a vislumbrar un poco más todo.

Durante todo el verano me dediqué a mí, a averiguar qué es lo que quería y que es lo que no quería. Y sorprendentemente todo eso me sirvió para madurar y crecer como persona. Es de esas ocasiones en las que tienes todas las ideas claras y sabes exactamente lo que no quieres; porque saber exactamente lo que quieres es muy complicado y más vale empezar por lo que sabes seguro.

Luego comencé la universidad de nuevo y poco a poco la rutina inevitablemente te acaba absorbiendo y sin darte cuenta vuelves al punto de partida (igual, peor o mejor pero al punto inicial a fin de cuentas). Comienzan los agobios porque no sabes por donde salir y llega un momento en el que explotas y te llevas con ello todo aquello que te rodea. Todos somos personas y tarde o temprano tenemos la necesidad de sacar todo lo que llevamos dentro.

 Este fin de semana creo que por fin he dado con la clave de mí misma. Una palabra que me define “Luchadora”. Me lo llevan diciendo toda la vida pero no ha sido hasta hace apenas 48 horas que he sido consciente de ello.

No ha pasado nada importante que me haya hecho darme cuenta de ello, simplemente han sido pequeños gestos que de repente han hecho clic en mi cabeza. A veces en las cosas más sencillas aprendemos grandes lecciones y en este caso es sobre caer y levantarse.

He tenido la oportunidad de ser testigo de los primeros pasos de un niño pequeño solo, sin ayuda de nadie. Al principio era un poco caótico ya que se caía y así en sucesivas ocasiones. Lo que más me llamó la atención fue que con cada caída el pequeño se esforzaba en ponerse de nuevo de pie y volver a intentarlo. Estábamos las personas mayores a su alrededor y nos encargábamos de cogerlo cuando llegaba hasta nosotros, pero el camino lo recorría él solito.

Es muy semejante a lo que hacemos en la vida. Nos caemos, nos levantamos y seguimos. Si vemos que no podemos solos siempre hay alguien que nos da la mano para enseñarnos y corregirnos. Lo importante es que con cada caída aprendemos algo nuevo que nos impide tropezar dos veces en el mismo sitio.

Este pequeño alguna vez se dio un golpe más fuerte que los anteriores e irremediablemente lloraba buscando consuelo de cualquiera de los que estábamos allí. Pero le duraba el llanto 5 minutos tras lo cual colocaba su mejor sonrisa y volvía a lanzarse a tus brazos pasito a pasito.

Parecerá una tontería pero ver la sonrisa que te ponía según veía que se acercaba a ti y que lo estaba consiguiendo es una de las experiencias más bonitas que he vivido.

Luego reflexionando sobre esto he llegado a la conclusión de que ese pequeño paso para nosotros es un gran paso para ese pequeño y que sin darnos cuenta lo llevamos haciendo toda la vida.

Desde que nacemos vamos a encontrarnos con dificultades las cuales nos harán caer y es nuestra obligación levantarnos y continuar porque la vida sigue pase lo que pase y el tiempo corre en nuestra contra.

Nunca me lo había planteado así pero quizás con lo del adjetivo “luchadora” se refieren a que con cada dificultad a la que me he encontrado he sacado fuerzas y me he enfrentado a ella. No tienen por qué ser grandes males ya que cada uno tiene sus propios problemas; no son más fáciles ni más difíciles sino simplemente distintos y cada uno tiene una manera distinta de afrontarlos.

Lo más seguro es que sea hora de tener eso más presente y buscar apoyo en los que de verdad te quieren, porque serán ellos los que te ayudarán a levantarte y te darán la mano siempre que te caigas.

domingo, 6 de marzo de 2016

Día 2

Nunca nos contentamos con lo que tenemos y siempre aspiramos a tener más y más. No somos conscientes de lo afortunados que somos por tener la vida que tenemos. Ninguna es igual a otra y eso es lo que la hace especial y única.

Vivimos en una sociedad muy asfixiante, en la que todo hay que hacerlo deprisa y corriendo. Con la vista en el futuro sin ver lo que nos rodea día a día.

A veces necesitamos pararnos y ver dónde estamos, qué queremos y darlo todo.

Me dicen que soy una persona luchadora y a mí me cuesta verlo. Aún hay muchísimas cosas que no tengo claras y eso es un freno a la hora de tomar decisiones.
Supongo que he aprendido a luchar por lo que quiero. Quizás no tenga mucha cabeza en el sentido de que confío mucho en mi sexto sentido, en mis corazonadas y en lo que siento... soy persona de esquemas pero que se guía por sus presentimientos. A veces esto tiene sus cosas buenas y otras no son tan buenas.

La verdad es que me siento y me considero diferente, quizás no sólo por los aspectos típicos a los que estamos acostumbrados tales como salir de fiesta, emborracharse, ir al cine el día del espectador... Yo hablo de cosas que no a todos los jóvenes les gusta, como por ejemplo ir un domingo a la playa únicamente a contemplar el mar, a un museo porque resulta que es gratis e intentar descifrar lo que nos quiere transmitir el autor sin necesidad de leer el cartel informativo que hay al lado. Hago referencia a esa clase de cosas que las tenemos tan interiorizadas que a veces ni las disfrutamos porque estamos pendientes de lo que vendrá después, del autobús que se te va, del metro, del tráfico...

Es una pena que a veces nos dejemos absorber de tal manera que perdemos lo verdaderamente importante. Sencillamente ocurre sin darte cuenta y únicamente eres capaz de verlo cuando sientes que te falta el aire, que hay algo que no va bien. Es en ese preciso instante cuando descubres que has sido absorbido irremediablemente por lo cotidiano.

¿Alguna vez te has parado a observar un árbol? No exteriormente, sino de lo que siente o de lo que tú crees que sientes porque a fin de cuentas es todo subjetivo y está sujeto a nuestra perspectiva que puede o no coincidir con la de la persona que tenemos al lado. No me preguntes que he visto yo en un árbol porque aún estoy empezando a verlo y puede que sea fácil pero yo todavía estoy intentando ser capaz de ver más allá de mis esquemas.

Un buen amigo me dijo una vez que yo era una persona muy pura, como un diamante en bruto. La verdad es que es algo que me gustaría que me definiera, quién sabe quizás me ayude a aceptarme mejor tal y como soy.
  

viernes, 4 de marzo de 2016

Día 1

No te calles, no escondas como eres, déjate llevar...

Estoy comenzando a hablar con las personas, estoy comenzado a soltar todo lo que llevaba dentro.
El miedo al rechazo comienza a desaparecer paulatinamente. No puedo pretender que de un día para otro esté todo solucionado.

Aún sigo sintiéndome una extraña dentro de mi cuerpo. Procuro no emparanollarme pensando que estoy mal, porque no lo estoy. Es cuestión de "desnudarse, dejarse llevar, sentir, reír, vivir..."; es tiempo de dedicarme a mí misma... De quererme, mimarme y empezar a mirar por mí.
si no me quiero yo, nadie me va a querer.

Es hora de empezar a destruir las montañas de arena que he ido construyendo poco a poco porque siendo realista... hago una montaña de un grano de arena y me agobio viendo dos letras juntas. En mi afán con llevarlo todo por delante y a punto me estoy dejando mi salud y mi forma de ser.
Parecerá todo una tontería, pero para mí es necesario echarlo todo poco a poco porque aún sigo abrumada... Necesito ponerlo todo por escrito pero sobretodo dejar que fluya... Encontrarme a mí misma es la parte más importante en este momento, independientemente de la carrera.
Estoy triste, enojada conmigo misma, confusa... Paso por muchos estados de animo a lo largo del día e intento dejarme llevar y que salga lo que tenga que ser...

Hoy me ha tocado conversación con otra de mis grandes amigas, con la cual compartimos más cosas de las que podíamos imaginar. Ella ha pasado por lo que yo he pasado y me ha estado aconsejando. Que sí, que a fin de cuentas es una misma quien decide lo que quiere y lo que no, pero ahora mismo necesito apoyo y poder tirar hacia delante porque sinceramente es una de las veces en las que me he visto más perdida que nunca. Si echo la vista atrás y veo todas las entradas del blog que he escrito en todas ellas mi esencia pedía a gritos ayuda. Como un chaval me dijo ayer "eres tan perfecta que alguna imperfección tendrás que tener. Nadie es perfecto y yo lo he notado que tu cuerpo muchas veces pedía ayuda porque había algo que estabas reteniendo".
Y ya por fin después de mucho tiempo he empezado a soltarlo.

Sigue siendo aún un poco extraño todo y sigo sintiéndome como bien he dicho antes una propia extraña en mi vida, la cual no es mala pero necesita un giro de 180 grados.

Para acabar hoy, dejo una frase que me ha encantado:
"Porque eres transparente y sincero. Los demás siempre pueden saber lo que piensas o quieres. SI no lo saben es porque a ti te interesa esconderlo. Pero tú lo controlas todo"

jueves, 3 de marzo de 2016

Cambiando para no cambiar

Todo ha comenzado con un simple "¿Estás bien? Dime la verdad" y una escueta respuesta "No".
A partir de ahí los acontecimientos han seguido el curso que, supongo, es el que debían seguir.
Ha sido duro abrir la caja de Pandora, más aún cuando tu pensabas que de verdad eso estaba cerrado porque ya notabas que lo tenías totalmente superado.
En cierto modo algo sí, porque ya he pasado por todo aquello en su momento y eso juega a mi favor en este juego en el que cada uno es una pieza pero el tablero estándar es el mismo para todo. Únicamente depende de ti escoger para que camino tirar.
Tengo tanta información en la cabeza que sigo sorprendiéndome de como ha sido posible que no me estallara.

Es difícil sacar todo lo que tenia dentro, empezando por el simple motivo de que no sabía como hacerlo. Está ese miedo de decir... "Si lo digo en voz alta se va a hacer realidad". Pues sí, se ha hecho realidad.
¿Qué le vamos a hacer? No todo en esta vida es parte de un esquema que hay que seguir a rajatabla. Ya que la vida NO ES UNA DIETA.

A ver si me explico bien, o todo lo bien posible que se pueda en estos casos.
Yo siempre he sido una persona que ha estado ahí para todo y para todos, pero que después de todo lo que pasó llegó un momento en el que dijo que los demás para ella no podían estar. Únicamente por la sencilla razón de que sabía que es lo que se siente estando en ambos bandos... sonará a tontería pero ¿para qué preocupar a los demás por algo que puedo hacer yo sola? El problema es cuando no puedes y eres consciente de ello demasiado tarde...

No es malo intentar sacar tu vida adelante porque a fin de cuentas cada uno tiene su partida iniciada desde el momento en el que nacemos y con fecha de caducidad; pero hay que comprender que no se está solo y que si se está pues "mejor solo que mal acompañado".
Nosotros somos los únicos capaces de vivir y de decidir, podremos tener miles de opiniones sobre lo que se haríamos y lo que no aunque al final la última palabra la va a tener siempre uno mismo.

Tampoco es malo pedir ayuda, y eso es algo que por suerte/desgracia he comprendido hoy; porque si la gente te quiere de verdad va a respetarte, va a brindarte el tiempo que te haga falta, luchará junto a ti para que superes aquellos obstáculos que te ponga la vida y lo dará todo si es necesario. Si alguna persona no cumple esos requisitos es hora de enseñarle el camino de salida.
Si tienes personas que te tiran hacia abajo lo mejor es "MANDARLAS A LA MIERDA" con todas las letras ya que, una vez que te levantas no vuelves a bajar porque sabes que puedes, que la vida continúa y que con 20 años tienes toda una vida por delante para disfrutar. Te va a dar pena y tristeza el tener que despedir a gente que te ayudó en su momento y que significaron algo importante para ti, pero el tiempo no se va a detener por esas cosas y va a seguir corriendo y tu tienes que seguir viviendo por TI MISMO. Los demás no importan, simplemente el aquí y ahora y el como eres tú.

La misión de cada uno de nosotros en la vida a parte de vivirla es aquella de encontrarnos a nosotros mismos, porque hasta que no consigamos eso lo demás no va a tener la importancia ni lo vamos a disfrutar tanto como deberíamos porque si no eres tu mismo, tu alrededor tampoco lo será.
Son tantas cosas que abruman y creo que es como me siento yo ahora mismo, un poco abrumada por tanta información. Necesito procesarla y tomarme un tiempo para mí, el saber que quiero y que no. Hacer como una especie de esquema de cosas que no quiero de verdad, pero no es un esquema con un límite de tiempo.

La clave está en dejarse llevar y sobretodo glowing in the dark 

Zapatos incómodos

Hola, sé que hace mucho que no escribo, pero era necesario un tiempo para poder poner un poco en orden mi vida. Esta entrada es bastante p...