viernes, 21 de octubre de 2016

Primeros pasos de Erasmus

Hola! Primero de todo empezar diciendo que hace dos meses y pico que estoy de Erasmus en una pequeña ciudad de Holanda llamada Nimega (en holandés Nijmegen --> y no, no se pronuncia tal cual se escribe, por comprobación propia). Es una ciudad universitaria así que tan mal no va la cosa.
Tengo a mucha gente que ve las fotos que subo a las redes sociales y me bombardea a mensajes preguntándome como me va todo. La respuesta es bien. 
Sin embargo, no todo se muestra en las fotos y para dar más detalles me gustaría hacer un recorrido por esta experiencia.

Lo primero de todo es cuando te vas de Erasmus, la ciudad no viene con manual de instrucciones. Recuerdo la llegada al aeropuerto (menos mal que no me vine sola) y te encuentras con la primera traba NO ACEPTAN TARJETAS DE DÉBITO. Es curioso pero, o tarjeta holandesa o tarjeta de crédito. Conclusión: acabas peleándote con la máquina expendora de billetes para llegar a la estación de tren; cuando por fin consigues llegar te encuentras en la misma situación. Después de muchos percances y de carreras coges el tren para darte cuenta de que ¡HORROR! La tarjeta que acabas de conseguir del tren no está recargada (y de eso te enteras gracias a la explicación del revisor y a poner cara de pena diciéndole que eres nuevo y que no sabes como va (todo en inglés y librándote de la multa) y que tienes que recargar 20€.

He de reconocer que los de mi universidad (Radboud University) lo tienen todo bien organizado y la recepción y la semana de orientación fueron muy buenas para conocer gente (la cual agregas a facebook pensando que luego os vereis más, seamos realistas... con los que empiezas al principio no son con los que acabas. Ya sea estando de Erasmus, empezando la universidad, el instituto, a trabajar...). Sorprendentemente te daban una tarjeta de prepago para el móvil (la verdad es que necesité de ayuda para poder activarla porque ¡OH SORPRESA! no hay wifi en tu residencia y el router que te habías traído desde España, quitándote espacio para traer más cosas en la maleta y reconozcámoslo que 20kg para venir todo un año no te da ni para llevarte las botas de agua, no es compatible con el sistema que tienen instalado y tu ordenador fantástico y maravilloso que te has comprado no tiene entrada para cable de Internet. Por lo que me tocó hacer algunas llamadas (y os preguntaréis por el roaming del teléfono... Pues sí, lo llevaba activado y ¡MIRA TÚ POR DÓNDE! no me conectaba la itinerancia de datos, con lo cual tuve que llamar a un experto y después de llorarle un rato conseguirlo activar (acabé llorando 6 horas después de haber llegado lo reconozco). 

Por lo demás comienzas a adaptarte. Lo primero e indispensable es la bicicleta. Aunque resulte un poco raro, aquí todo el mundo se mueve en bicicleta. La preferencia es: autobús, coche, motos y bicicletas y, si queda espacio, peatones. Todo está lleno de carriles bici así que no hay problema para desplazarse y los coches lo tienen en cuenta pero ¡acuérdate de señalizar levantando el brazo cuando vayas a girar! (no es la primera vez que me he llevado a alguien por delante por no señalizar). Lo que más me llamó la atención fue que casi todo es llano por lo que no hay mayor problema de tener que subir cuestas con la bici (para los que llegamos nuevos y no estamos acostumbrados es un alivio; sin embargo durante la primera semana el dolor de ir sentado en el sillín y las agujetas no te las quita nadie. Eso se soluciona solo montando más en la bici y al cabo de una semana entiendes como los holandeses lo tienen interiorizado y es parte de ellos). Otro factor importante es que aquí van sin casco (lo que a algunos padres les cuesta entender) y es muy curioso como los adultos llevan a sus hijos en sillas delanteras o traseras en sus bicicletas o incluso en unos carros especiales acoplados a la parte delantera de las bicicletas en los cuales he llegado a ver a 5 niños montados (y piensas "anda que raro" y cambias de pensamiento cuando ves que la mujer te adelanta llevando a todos esos pequeños encima y tú no eres capaz de tirar de tu propio cuerpo. Lo mismo se aplica en el caso de los abuelitos, aunque estos últimos hemos descubierto que llevan motor incorporado en sus bicicletas). 

La segunda parte es ir al supermercado. Eso que parece tan fácil y sencillo no lo es. Antes de nada remarcar que no te aceptan tarjetas que no sean holandesas así que o vas en efectivo o acudes al banco a abrirte una cuenta (Rabobank, ING Direct, ABN AMRO... y claro, esto no lo descubres hasta que llegas a la caja y te dice la mujer en holandés "oye que solo aceptamos tarjetas holandesas o efectivo" --> luego le pides que por favor en inglés porque no sabes holandés). Y otra ley que tienen aquí es que las monedas de 1 y 2 céntimos no las aceptan por lo que te redondean el pago final. Una vez hecho esto te encuentras con el segundo problema: NO ENTIENDES LO QUE PONEN LAS ETIQUETAS. Diréis, bueno pero para comprar uvas y manzanas no hay que ser un lince. Os doy la razón ahí, pero ahora intenta comprar champú, gel, suavizante, detergente para la lavadora (ahora qué listos...) conclusión: acabas gastando cerca de una hora porque el traductor hace lo que quiere y no te enteras de nada. Eso si llegas a tiempo y no te cierran las tiendas. Porque el supermercado te abre a las 8:00 pero te cierra a las 18:00 (menos los jueves que por favor te cierran a las 20:00; pero repito que esto no lo sabes hasta que llegas).

Una vez que ya aprendes a moverte por la ciudad y a saber dónde comprar cada cosa comienza la universidad. Si cuando llegaste comprendiste que todo el nivel de inglés que creías tener empezaba a estar falto en la universidad descubres que por muchos títulos y certificados que tengas te sigues quedando con cara de idiota cuando te preguntan what sdncxhkxlcjdsnfljchfndcx? Aquí he descubierto que casi todo el mundo habla inglés (¡ventaja!) y obviamente, lo habla mejor que tú. Empiezas a darte cuenta de que no es todo tan fácil como parece y de que cada uno tiene su acento con lo que a algunos se les entiende muy bien y a otros ya acabas diciéndoles que sí porque te da vergüenza que te lo repita por cuarta vez (no es la primera vez que a alguien le han preguntado por su nombre y ha contestado con un "yes"). Los profesores suelen ser bastante amables pero muy organizados todos por lo que procura no salirte de sus esquemas porque puede ser que no te hagan mucho caso. Lo gracioso llega cuando ven tu nombre en la lista (y si tienes nombre compuesto como yo más aún) ya que se encuentran con 4 palabras y no saben si tienes un nombre y tres apellidos, dos nombres y dos apellidos, tres nombres y un apellido... Después de ese mini-quebradero de cabeza acaban preguntándote de donde eres para finalizar con un "que nombres más largos ponéis en España" (gracias hombre, ni que vosotros pusierais fáciles la pronunciación de los vuestros). 

De momento voy a cortar aquí, mi idea inicial era hacerlo día a día pero ¡no tengo tiempo! (estamos ya casi en época de exámenes cuando la mayoría de mis amigos acaban de empezar y siguen en la playa--> mientras yo aquí estoy a 6 grados, con la bufanda y los guantes; también es cierto que hay algunos holandeses que siguen en camiseta de tirantes). Intentaré seguir escribiendo sobre más aspectos. Espero que haya gustado y obviamente cada uno ha tenido, tiene y tendrá su Erasmus de manera diferente, esto es solamente una experiencia particular.

Un saludo!
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Zapatos incómodos

Hola, sé que hace mucho que no escribo, pero era necesario un tiempo para poder poner un poco en orden mi vida. Esta entrada es bastante p...