Porque somos sencillamente unos inconformistas, digamos lo que digamos.
Si hay algo que no tenemos lo deseamos con todas nuestras fuerzas, y cuando lo tenemos resulta que no es tan especial como pensábamos por lo que buscamos otra cosa.
No lo neguemos, somos personas y ese es uno de nuestros muchos defectos/virtudes (ya cada cual que lo mire como quiera).
Yo soy de esa clase de personas a las que en determinadas ocasiones las gafas se le ensucian y no ve con claridad que es lo que quiere o no lo tiene tan claro como a ella le gustaría. Y este es uno de estos momentos. ¿Os habéis parado a pensar en vuestra familia y en vuestros amigos? Según vas creciendo el círculo de amistades íntimas se va reduciendo y se puede contar con los dedos de la mano. Conoces a gente nueva y eso es algo genial; pero es en los malos momentos es donde de verdad se ve quienes están ahí para todo y aquellos con los que solo puedes contar para realizar determinadas actividades. Y sí, no siempre la realidad se asemeja a nuestro esquema mental. Eso provoca enfados, llantos, risas amargas... Pero la vida no está hecha a gusto de todos. Quizás una simple pelea rompa una amistad de años, es probable que no fuera tan verdadera como ambas partes creíais o en algunas ocasiones una persona se cruza en tu camino en uno de tus peores momentos y se convierte en uno de los pilares fundamentales de tu vida. No es necesario que estéis todos los días en contacto o quizás sí vete tú a saber. Lo importante es que si te ocurre algo esa persona va a estar ahí para ti sin importar la hora, el día o el país en el que estés. De esas personas hay muy pocas y debemos apreciarlas.
Luego tenemos ese pilar tan grande que es la familia. Sí, la misma que a veces te saca las peores fotografías delante de tus amigos, tea vergüenza con chistes que de puertas para fuera no tienen gracia, te hacen mil preguntas sobre la persona con la que te vieron paseando por la calle... Pero son esos mismos los que han dejado registrado detrás de un objetivo de una Canon tus mejores recuerdos, los que aunque las gracias no sean las más brillantes te ríes por el simple hecho de como están contadas y los que amenazan a esa persona que estás empezando a conocer.
Ellos son la familia. Y muchas veces no les dedicamos el tiempo necesario o no apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Porque somos así de inconformistas. Hay gente que se da cuenta de ello a tiempo y le pone soluciones, otros que piensan que siempre van a estar ahí y quizás no disfrutan al 100% de esas reuniones familiares que a veces se pueden volver eternas. Pero ayer me di cuenta de que tenía las gafas sucias y cogí el limpiador y las he dejado relucientes. Después dicen que la televisión solo te lava el cerebro, pero fue gracias a ella que descubrí lo ciega que estaba. Porque el mejor regalo que se le puede hacer a la familia es pasar tiempo con ella. Así se crean los recuerdos, los chistes y las "amenazas".
Porque quizás no sea una familia perfecta, pero es tu familia.
Si hay algo que no tenemos lo deseamos con todas nuestras fuerzas, y cuando lo tenemos resulta que no es tan especial como pensábamos por lo que buscamos otra cosa.
No lo neguemos, somos personas y ese es uno de nuestros muchos defectos/virtudes (ya cada cual que lo mire como quiera).
Yo soy de esa clase de personas a las que en determinadas ocasiones las gafas se le ensucian y no ve con claridad que es lo que quiere o no lo tiene tan claro como a ella le gustaría. Y este es uno de estos momentos. ¿Os habéis parado a pensar en vuestra familia y en vuestros amigos? Según vas creciendo el círculo de amistades íntimas se va reduciendo y se puede contar con los dedos de la mano. Conoces a gente nueva y eso es algo genial; pero es en los malos momentos es donde de verdad se ve quienes están ahí para todo y aquellos con los que solo puedes contar para realizar determinadas actividades. Y sí, no siempre la realidad se asemeja a nuestro esquema mental. Eso provoca enfados, llantos, risas amargas... Pero la vida no está hecha a gusto de todos. Quizás una simple pelea rompa una amistad de años, es probable que no fuera tan verdadera como ambas partes creíais o en algunas ocasiones una persona se cruza en tu camino en uno de tus peores momentos y se convierte en uno de los pilares fundamentales de tu vida. No es necesario que estéis todos los días en contacto o quizás sí vete tú a saber. Lo importante es que si te ocurre algo esa persona va a estar ahí para ti sin importar la hora, el día o el país en el que estés. De esas personas hay muy pocas y debemos apreciarlas.
Luego tenemos ese pilar tan grande que es la familia. Sí, la misma que a veces te saca las peores fotografías delante de tus amigos, tea vergüenza con chistes que de puertas para fuera no tienen gracia, te hacen mil preguntas sobre la persona con la que te vieron paseando por la calle... Pero son esos mismos los que han dejado registrado detrás de un objetivo de una Canon tus mejores recuerdos, los que aunque las gracias no sean las más brillantes te ríes por el simple hecho de como están contadas y los que amenazan a esa persona que estás empezando a conocer.
Ellos son la familia. Y muchas veces no les dedicamos el tiempo necesario o no apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Porque somos así de inconformistas. Hay gente que se da cuenta de ello a tiempo y le pone soluciones, otros que piensan que siempre van a estar ahí y quizás no disfrutan al 100% de esas reuniones familiares que a veces se pueden volver eternas. Pero ayer me di cuenta de que tenía las gafas sucias y cogí el limpiador y las he dejado relucientes. Después dicen que la televisión solo te lava el cerebro, pero fue gracias a ella que descubrí lo ciega que estaba. Porque el mejor regalo que se le puede hacer a la familia es pasar tiempo con ella. Así se crean los recuerdos, los chistes y las "amenazas".
Porque quizás no sea una familia perfecta, pero es tu familia.
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