sábado, 30 de noviembre de 2013

Safe and Sound

Safe and sound .... sano y salvo.



Antes de nada decir que lo siento... Lo siento por todo lo que ha ido pasando últimamente. Por mis llantos sin motivo, mis no ganas de vivir, mis caras largas, mis ausencias en reuniones, la tristeza reflejada en mis ojos... podría seguir así y no acabar en la vida.

¿Y si ya hubiera llegado el fin? Es decir, ¿y si ya hubiera decidido que esto se acabó? Ahora es cuando pensais: si ya claro, como las otras mil veces que lo has dicho y no lo has hecho.
¿Qué cambia ahora?

La respuesta es sencilla. He tocado fondo y esto me ha servido para comprender donde está el problema, me están dando los medios para solucionarlo y por primera vez en mucho tiempo me he levantado con una sonrisa y con ganas de comerme el mundo. Hasta el punto de arreglarme y simplemente venía a ver a mis abuelos.

Las razones son muchas. No me he dado cuenta de muchas cosas hasta hace literalmente dos días. ¿Por qué tan tarde? Porque a veces hace falta llegar hasta el fondo y pensar locuras para comprender que la vida es mucho más sencilla de lo que pensamos. Que con agobios no conseguimos nada, que los problemas tienen la importancia que le queremos dar. Que hay que relativizar las cosas pero sobretodo entender que de todo se aprende y que todo esfuerzo tiene su recompensa tarde o temprano.

Nunca he estado sola, pero hasta hace nada no era consciente de ello. Soy tonta, lo sé. Pero más vale tarde que nunca. Se suele decir que no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes pero... a veces tienes las cosas delante de tus ojos y no eres capaz de verlas. Y eso me pasaba a mí. Me había encerrado en mi dolor, en mi mundo del cual nada podía escapar y que se apoyaba en mi dolor. Pero cuando el dolor ya fue demasiado se desequilibró y cayó al vacío hasta romperse en mil pedazos.

No sabía hasta donde llegaba mi límite, hasta que llegó. Exploté y con ello salió todo a la luz salpicando a cualquiera que se encontrara a mi alrededor. No me quedó más remedio que pedir ayuda, porque no veía solución. Pero a pesar de la ayuda todo depende única y exclusivamente de mí. Será duro, difícil y muchas veces tendré ganas de abandonar y de dejar de intentarlo. Pero como una chica dijo una vez "Si vas por un camino fácil, significa que te estás equivocando".
Y puede ser que sí, que me estuviera equivocando pero no es demasiado tarde para mí. Aún se puede solucionar.

Por primera vez quiero ser capaz de contestar: "Estoy bien" sin remordimientos, sonrisas falsas, mentiras y sabiendo que me estoy engañando a mí misma.
Creo que estoy preparada para ello y aquel que quiera acompañarme bienvenido y el que no es que no me valora lo suficiente así que le pediría amablemente que me dejara tranquila.

Dicho todo esto, comencemos a ello :)

jueves, 28 de noviembre de 2013

Sonrie

Una sonrisa, conseguir que esas personas a las que quieres sonrían. Es lo más grande que se puede lograr. Incluso cuando tú estás peor que ellas, porque ese es uno de mis objetivos. Hacer feliz a la gente. ¿Por qué? Porque nadie merece llorar por algo que tiene solución. 

Muchas veces nos agobiamos y lloramos por cosas que en realidad no tienen tanta importancia, pero se la damos porque somos personas y si no tenemos preocupaciones, alegrías y problemas no seríamos nosotros mismos. 

Últimamente me dicen eso de: "Tú si que me entiendes". Y si no lo hago pues intento ponerme en el lugar de las personas. Si alguien tiene un problema diciéndole: "Eso es una tontería" o " Tú eres tonto/a"  no se le ayuda. Al contrario. Se siente cada vez más pequeñito e insignificante, provocando así que se encierre en sí mismo. Porque quizás lo que tú veas como una tontería, para la otra persona es un problema con el que tiene que lidiar día tras día pero que por ese miedo a el "qué dirán o pensarán de mí" prefiere callárselo y sonreír.  A veces, es más fácil fingir una sonrisa que explicar todo lo que se nos pasa por la cabeza. 
He llegado a la conclusión de que cada uno tenemos nuestros propios problemas y preocupaciones y que debemos vivir con ellos. Pero que con una sonrisa las cosas se ven de otra manera. Tenemos que aprender a creer en nosotros mismos, en que podemos lograr todo lo que nos propongamos... Cada uno es único y especial tal y como es y si alguien dice lo contrario ya sabe donde está la puerta. Deberíamos de dejar de compararnos los unos con los otros y disfrutar, porque el tiempo pasa muy rápido y una vez que se va no vuelve. 

Así que... ¿Por qué no intentamos levantarnos todos los días con una sonrisa en la cara? Las cosas pasan por alguna razón y si una puerta se cierra es porque otra se abre. Nunca dejes que nadie te diga lo que puedes o no puedes hacer. Empieza a tomar las riendas de tu vida y no olvides que vales mucho. 
Ah! y lo más importante aún: Sonrie!! 

sábado, 23 de noviembre de 2013

Only one

Mis dedos se deslizaron suavemente por las teclas del piano. Era un día lluvioso y frío de finales de Noviembre. Hacía mucho tiempo que no experimentaba la sensación de poder expresarme libremente. Poco a poco mis sentimientos empezaron a fluir libremente a través de la música. El cielo se tornó más oscuro y las primeras gotas empezaron a caer sobre el cristal que me cubría; alcé la vista y un rayo cruzó las nubes. Noté como todo se derrumbaba en mi interior y las lágrimas caían sin cesar. Mis manos aumentaron de velocidad y la música no dejaba de brotar de mi interior.

Ahora me pregunto la razón de mi malestar. Hace mucho que cerré esa etapa, me prometí estar bien, empezar de cero, dejar todo lo malo atrás, intentar apartar de mi esa cosa sin nombre que me persigue día tras día y que intento aplacar de todas las maneras posibles... ¿Qué va mal?
Esa pregunta no deja de repetirse constantemente en mi cabeza...

-Suena triste Cristina- me limité a seguir tocando. Noté su aroma a pocos centímetros de mí- No puedes seguir así, te estás haciendo daño y lo sabes.
-Sabes exactamente que me pasa- contesté secamente.
-Sí, y también se que depende de ti cambiarlo. No me gusta verte así. Llevas un año y 3 meses y a veces te encuentro aquí sola tocando y llorando. Te vienes a bajo y te encierras en ti misma. ¿Quieres hablar?
Dejé de tocar y lo miré.
-Si me conocieras tan bien como dices, esa pregunta sobra. Y ahora, por favor déjame sola Hugo.

Centré mi atención en el piano de nuevo y empezó a sonar A Thousand Years. Cerré los ojos y dejé que el ambiente se llenara del mismo dolor que me acompaña día tras día.
Hugo suspiró y tras darme un beso en la cabeza salió de la habitación.

-Lo siento- susurré- pero es un secreto que no puedo compartir con nadie, ni siquiera contigo.

La lluvia comenzó a golpear con fuerza el cristal y la música a subir de volumen. Mis pensamientos volvieron a mí todos a la vez. A veces, nos es más sencillo sonreír a tener que dar explicaciones de lo que nos pasa. ¿Y si me he equivocado? ¿Y si no estoy haciendo lo que me gusta? He perdido el objetivo que tenía tan claro durante el verano... ¿Qué me pasa?

Me tuve que reír de lo absurdo de la pregunta. La respuesta es más que evidente y sé que la tengo delante de mí. Pero es mi pequeño secreto y tengo que lidiar con él evitando que me consuma.
Poco a poco el sonido se fue dispersando hasta que lo único que se escuchaba en la habitación era la tormenta. Alcé la vista una vez más antes de abandonar la sala y adentrarme en la realidad.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Different girl

Supongo que hoy es uno de esos días en los que sale el sol, se respira en el ambiente que es domingo y la gente pues está más contenta. Fin de la semana y comienzo de otra nueva. Pero... por muchos días que pasen sé que hay algo que no va bien. Y desde hace mucho tiempo.
Ayer por ejemplo, sé que hubo algo que no iba bien. Organizamos una fiesta unos amigos y yo y estuvo muy bien, todos se lo pasaron genial menos yo... ¿Motivos? Ninguno. ¿Sensaciones? Muchas.
Los veía a todos y me alegraba verlos de nuevo conmigo todos juntos como en los viejos tiempo. Pero era como si mirara a través de una pantalla de televisión. No tengo motivos para estar así. Pero lo estoy... Mi único pensamiento de anoche era que acabara ya. Tenía muchas ganas de llorar pero no podía permitir que me vieran así. No después de todo lo que ha pasado.
Sigo pensando que hay algo que no va bien en mí, y que lleva así desde hace mucho tiempo. Que no se arreglará y que debo luchar contra él. Pero cuando me pilla con los ánimos bajos me absorbe y es como si desapareciera. "Y esta noche te he echado de menos... estabas, pero no eras tú". Esa es la pura verdad. Es estar pero no estar, no tener ganas de nada, encerrarte, cerrar los ojos y que todo desaparezca.
Repito, no tengo motivos para estar así; debería de ser feliz pero hay algo que me lo impide.
Y... por desgracia... no sé que es... 

Zapatos incómodos

Hola, sé que hace mucho que no escribo, pero era necesario un tiempo para poder poner un poco en orden mi vida. Esta entrada es bastante p...